...Un momento. Déjenme
aclararle algo a Antonio[1] y
a todos: no hay que pedirnos permiso a los cubanos para utilizar nuestro tiempo
y reclamar solidaridad para Venezuela. No creo que haya que pedir permiso para
ello tampoco a este auditorio. Venezuela merece todo nuestro apoyo, no solo por
identidad de ideales y empeños, sino porque es nuestro deber como
latinoamericanos.
La agresión que hoy se fragua contra Venezuela, como ha dicho mi Gobierno y
siente mi pueblo, es también una agresión contra Cuba. El Gobierno de los
Estados Unidos no tiene autoridad ni moral para sancionar por su cuenta a
empresas y países soberanos. Eso es una violación flagrante del derecho
internacional.